Insensibilidad

"Prometió ser la madre y la hermana y nos echó a la calle"

San Luis (Pelr) 08-01-08. A María Isabel Ledesma la voz se le anuda en la gargánta. "No lloro para que me tengan lástima, sino de impotencia", aclara. En setiembre de 2007, "tras mucho reclamar, me habían hecho un contrato. Antes era Ayuda Económica. Trabajaba desde hacía cinco años" en el municipio.

Mientras los periodistas esperaban en el hall de ingreso al despacho de la Intendente Lemme, había movimientos nerviosos para "despejar el lugar" de su presencia. En la puerta de entrada ya habían intentado que no ingresara. Tiene una grave enfermedad, que no aclara cuál es, pero no es necesario. Una larga cicatriz en su vientre, que insiste en mostrar "por si alguno tiene dudas", habla de la seriedad de la intervención. Tiene un ano contra natura y utiliza bolsas de hiliostomía. Le sacaron un tumor de sus intestinos.

Asegura que ya forma parte del paisaje de la municipalidad y que se pasa "el día entero aquí, pero me mandan de una oficina a otra y nadie me da una solución", dice la mujer que tiene tres hijos, uno de ellos discapacitado, "que ahora, enfermo y todo, se fue a trabajar al campo para poder ayudarme".

"Me ofrecieron gestionarme un subsidio para pagar las bolsas, pero yo lo que necesito es trabajo", reclama.

Antes de su operación trabajaba en la secretaría de Desarrollo Humano y Social, pero "ahora me siento discriminada", explica, porque a raíz de su operación, "parece que no estoy estéticamente adecuada para el trabajo", ironiza a raíz de su eventración y del riesgo de que su bolsa se desprenda "y largue mal olor".

Isabel cuenta que "las 30 bolsas me salen 400 pesos". La salud pública también tiene una deuda pendiente, ya que "a veces me las consiguen en el hospital, pero no siempre".

Insiste con su pedido de audiencia con la intendente para que revéa su despido. "No necesito subsidios, no quiero lástima de nadie, solamente pido que me reincorporen al trabajo", dice la mujer, mientras toma en sus brazos a su nietita, cuya mamá es menor de edad y también está a su cargo.

"Alicia Lemme prometía que sería una madre, una hermana para los puntanos. Pero nos terminó echando a la calle", dice ironizando sobre la promesa de campaña que se le ocurrió a Alberto Rodríguez Saá cuando inauguraban la avenida Santos Ortiz, el año pasado.

"Si no me dan una solución voy a tomar represalias", asegura, pero luego uno puede darse cuenta de que en realidad no son represalias las que tomará, sino que se expondrá aún más, afectando su propia dignidad, para conseguir que le devuelvan ese derecho humano fundamental que es el trabajo.

"Estoy dispuesta a sacarme el vestido para que todo el mundo vea las cicatrices de mi cuerpo, por si alguien duda de mi operación", reitera. Esa es la "represalia" que tomará si no atienden su pedido.

Hoy estará nuevamente en los pasillos municipales, intentando desencallecer los duros corazones de los funcionarios que ni siquiera se atreven mirarla a la cara y mandan a sus secretarias a ofrecerle soluciones que no alcanzan.

Las autoridades tienen la palabra.

Informe: Gustavo Senn
gustavosenn@argentina.com

 

 

 


Isabel hoy volverá al municipio a reclamar por trabajo, el que tenía y le quitaron


Una extensa cicatriz recorre su vientre. Insistió en mostrar la operación, "por si alguno no cree"