Los socios de Macri se quedan con las empresas de gas
y electricidad
Lo alertó la periodista y militante de Nuevo
Encuentro Gabriela Cerruti. Lewis y Marcelo Midlin compraron Petrobrás
por U$ 900 millones, y Nicolás Caputo se convirtió en
el segundo proveedor de Energía a través de Central
Puerto.
La exdiputada y periodista Gabriela Cerruti alertó en una
nota que las empresas de electricidad y gas que abastecen a la Argentina
quedaron en manos de los socios de Macri, John Lewis y Nicolás
Caputo, socio y presunto testaferro del presidente.
De acuerdo a la nota, publicada en el portal Nuestras Voces, el presidente
ordenó la suba de tarifas en un acuerdo que fue aprobado en
la cumbre de Davos, a la que acudió con Sergio Massa.
Marcelo Mindlin, presidente en Argentina de Pampa Energía,
compró Petrobrás Energía en mayo. “Pampa
Energía compraría Petrobrás no sólo para
seguir produciendo gasoil, sino para convertirla en una proveedora
de gas. Para eso necesitaban un drástico aumento de los precios
mayoristas”, escribió la diputada.
Pampa Energía es la empresa que abastece de energía
eléctrica a gran parte del país y que tenía como
jefe al ahora Secretario de Finanzas Luis Caputo.
A continuación, la nota completa publicada por Cerruti:
Los socios y amigos del Presidente se lanzaron a la compra de las
empresas de gas y electricidad. El tarifazo pudo parecer una torpeza
política, pero es parte de un negocio bien planificado. John
Lewis y Marcelo Midlin compraron Petrobrás por U$ 900 millones,
y Nicolás Caputo se convirtió en el segundo proveedor
de Energía a través de Central Puerto.
El empecinamiento del presidente Mauricio Macri en no dar marcha
atrás con el descomunal aumento de tarifas, pese a las protestas
sociales y los reveses judiciales, tiene motivos concretos y explícitos
en las comunicaciones que publica la Comisión Nacional de Valores.
Sus amigos y socios se lanzaron desde enero a la compra de todas las
empresas del sector energético, invirtieron apostando al alza
de las acciones. Tienen ahora que pagar lo prometido aumentando el
precio mayorista y trasladando las subas a los usuarios.
Pampa Energía, presidida en Argentina por Marcelo Mindlin,
pero bajo la órbita del grupo Tavistock de John Lewis, el magnate
británico en cuya casa Mauricio Macri pasó el descanso
de Semana Santa, ofertó en febrero de este año Petrobrás
Argentina. El precio, en medio de la euforia por la suba de acciones
de las empresas energéticas a raíz de los aumentos tarifarios,
fue fijado en novescientos millones de dólares, a pagar en
efectivo y por emisión de acciones. La compra se concretó
en la segunda semana de Mayo, y ese mismo día Mindlin fue recibido
en la Casa Rosada por el Presidente para celebrar el acuerdo.
En acta de directorio del 22 de junio pasado se aprobó la
emisión de acciones por 320 millones de pesos como parte de
ese pago, pero no se indica aún cómo se pagará
el resto de lo acordado. El punto más extraño de esa
reunión de Directorio es que la única firma del acta,
por decisión de todos los accionistas, es la del representante
del Anses, que posee el 22 por ciento de las acciones de esa empresa.
Pampa Energía acordó también con Mauricio Macri
la explotación de un pozo gasífero en Río Negro
y, a partir de la compra de Petrobrás, manejará la refinería
en Bahía Blanca; la central térmica Genelba y la hidroeléctrica
Pichi Picún Leufú así como varias plantas petroquímicas
en Bahía Blanca y Santa Fe.
Cuentas suizas
Mindlin viajó junto a Mauricio Macri al encuentro empresario
de Davos, Suiza, en enero pasado y allí sellaron el acuerdo.
Pampa Energía compraría Petrobrás no sólo
para seguir produciendo gasoil, sino para convertirla en una proveedora
de gas. Para eso necesitaban un drástico aumento de los precios
mayoristas. Macri cumplió su parte: cuando volvieron de Davos,
instruyó al ministro Aranguren para que aumentaran de un golpe
todas las tarifas, luz, agua y gas. Aranguren, el centro de las críticas
y protestas ahora, trató en ese momento de convencerlo que
sería demasiado todo junto, pero fracasó. Macri debía
cumplir lo pactado.
Pampa Energía, la mayor empresa del mercado eléctrico,
es bien conocida para el gobierno macrista: Luis Caputo, actual Secretario
de Finanzas, encargado de negociar el acuerdo con los fondos buitres,
fue su gerente general durante diez años. La empresa presidida
por Mindlin es controlada por Lewis, el excéntrico millonario
que valló los ingresos al Lago Escondido luego de construir
una mansión de 8 millones de dólares, alojó en
su casa a Mauricio Macri y Juliana Awada cuando acompañaron
al sur al presidente de Estados Unidos Barack Obama. Casualmente en
esa fecha obtuvo una licitación del gobierno de Río
Negro para construir una represa energética en el Río
Escondido, que proveerá de electricidad monopólicamente
a la zona de El Bolsón.
Además del aumento de tarifas, otra medida rápidamente
implementada en el sector enérgetico por el gobierno macrista,
fue la reglamentación de la ley de regulación de energías
renovables. La reglamentación fue hecha con participación
de los dos primeros beneficiarios: Lewis, y su central eléctrica
Río Escondico, yNicolas Caputo, el amigo, socio y acreedor
del Presidente, que llevará adelante una represa hidroeléctrica
en las afueras de la Ciudad de Bahía Blanca.
Durante febrero y marzo, las acciones de las empresas eléctricas
volaron en la Bolsa de comercio. Al punto que Nicolás Caputo
fue nombrado vicepresidente en reconocimiento por el valor de sus
acciones y como fiel representante del gobierno, una tradición
que Macri eligió honrar designando allí a quién
define “como un hermano”.
Caputo también incursionó definitivamente en el terreno
energético a partir de ese momento. A través de SADESA
es la segunda proveedora de energía eléctrica, y es
socia mayoritaria de Edesur y Gas Cuyana. Desde Gas Cuyana, insólitamente,
o no, planteó un recurso judicial apenas asumió el gobierno
macrista reclamando un aumento en los precios mayoristas de electricidad.
Un poco después, se quedó con TGN, Transportadora de
Gas del Norte, una firma que estaba en litigio e intervenida por el
ejecutivo. Sadesa ya había comprado en el 2006 la parte que
Petrobrás tenía de esa empresa.
El presidente de SADESA es Miguel Reca, un ex ejecutivo de Merry
Linch, amigo de Mauricio Macri que suele frecuentar la quinta de Los
Abrojos para los partidos de futbol con el equipo del Cardenal Newman.
Hace un mes atrás, en pleno escándalo y protesta social
por el tarifazo, SADESA planteó su fusión en Central
Puerto junto a las empresas eléctricas de las familias Miguen
y Escasany, según la comunicación que envió a
la Bolsa de Comercio.
Ganancias extraordinarias
En el balance 2015, la empresa de Caputo plantea un panorama sobre
el campo energético de la Argentina que dista bastante de la
desolación y el caos que transmite ahora el gobierno. SADESA
participó en casi un veinte por ciento de la generación
de energía mayorista, y tuvo un crecimiento en sus ganancias
del 219 % con respecto al año anterior.
“Durante el año 2015 la Sociedad registró una
ganancia operativa de $1.785 millones, mientras que en el mismo período
de 2014 dicho resultado fue una ganancia de $267 millones.
Como principales causas de esta variación podemos mencionar
los mayores ingresos por actividades ordinarias que en mayor medida
son derivados del proceso de fusión y en menor medida por;
a) los cambios que introdujo la Res. SE 482/2015, b) el resultado
positivo por descuento de cuentas por cobrar producto de la disminución
de la tasa de descuento, c) el recupero de impuestos a los ingresos
brutos, d) diferencia de cambio positiva y e) el recupero de seguros.”
Hace algunas semanas, SADESA se presentó a una licitación
convocada por Cammesa para ampliar el parque termoeléctrico.
La propuesta parecía acordada de antemano: casi triplicó
al resto de los oferentes y ofreció al ofreció al Gobierno
construir un complejo con una potencia total de 1812 megawatt (Mw)
de potencia eléctrica que, en total, demandará una inversión
cercana a los US$ 1600 millones. Las ofertas se abrieron el 7 de junio
y aún no se conoce el resultado, pero se estima que se presentaron
para ganar y terminarán construyendo las centrales propuestas
en Zárate.
Semejante frenesí de las empresas amigas en el sector energético
explica el tarifazo. Para que las cuentas cierren, hay que cumplir
las promesas.
El aumento de la luz y el gas hace pasar desapercibido el aumento
del agua, pero las idas y vueltas de los inversores tomando como negocio
los servicios públicos me recuerda una conversación
que mantuve con el entonces jefe de gobierno Mauricio Macri en su
despacho de Bolívar 1.
Macri intentaba explicarme por qué él había
tenido más visión empresaria que su padre en los años
noventa.
“Mi viejo era constructor, quería que lo contrataran,
iba, ponía los caños, cobraba y se iba. Y yo le decía:
viejo, vos ponés los caños, el agua es gratis, y el
gobierno la cobra. ¿Por qué? Quedemosnos con el negocio
del agua. Es el mejor negocio. Algo que viene gratis y a granel, y
cobrás fraccionado. Por eso me obsesioné con la privatización
de Obras Sanitarias. Y perdimos…”
Dicen que fue su mayor frustración. Trabajaron duro para quedarse
con la privatizada Obras Sanitarias y perdieron la licitación
por centavos frente al grupo Soldatti, tal vez por espionaje industrial,
o por cambio de favores en la interna menemista.
Desde entonces, decidió que nunca más perdería
una licitación. De eso se trata parte de todo lo que está
sucediendo.