Una elección que afecta al mundo

Elecciones: En EEUU ganó la xenofobia, el racismo y la misoginia

Imagen Twitter

Aunque todos los analistas coincidían en que ayer los Estados Unidos de América elegían entre el "menos peor", lo cierto es que tanto Hilary Clinton como Donald Trump habían llegado allí luego de una las extensas internas en que se debaten los candidatos del país del norte y representan el pensamiento de ese pueblo. Y de los dos ganó el del discurso más repulsivo: El republicano Donald Trump se convirtió en el presidente electo de Estados Unidos al obtener un resonante triunfo sobre la demócrata Hillary Clinton en unos comicios cuyos resultados sorprendieron al mundo. Le dio impulso su discurso antiglobalización. Pero sus dichos racistas, xenófobos y de odio hacia las mujeres no parecieron afectar al electorado que finalmente le dio su visto bueno para que sea el próximo ocupante de la Casa Blanca. "Seré el presidente de todos los estadounidenses", dijo el ganador en su primer discurso esta madrugada.

Contra todos los pronósticos, Trump, de 70 años, se impuso en los decisivos estados de Florida, Ohio y Carolina del Norte y dio batalla en los estados industriales del norte y noreste de Estados Unidos, como Michigan y Wisconsin, que habían acompañado al Partido Demócrata de Clinton y Obama en las elecciones presidenciales de las últimas tres décadas. El republicano ganó también en Iowa, un estado industrial del Medio Oeste que había votado por los demócratas en seis de las últimas siete elecciones presidenciales y que Obama había ganado las dos veces que se postuló. También triunfó en Pensilvania, donde un republicano no se imponía desde 1988.

Su deliberado distanciamiento de la corrección política le valió numerosos enfrentamientos con los líderes de su propio partido, así como ser tachado de racista, machista, xenófobo y antisemita, entre otros calificativos.

Trump ganó la elección como un candidato ajeno y opuesto al sistema político estadounidense, mostrando su voluntad de cambiar las cosas con una serie de propuestas que causaron alarma. Prometió construir un gran muro en la frontera con México y obligar a este país a pagarlo, algo que se volvió todo un símbolo de su voluntad de dar la espalda al vecino del sur.

Ayer los republicanos, a pesar de algunas peleas internas, lograron mayoría en ambas cámaras y tendrán el control del parlamento, aunque Trump deberá curar las heridas que quedaron en los enfrentamientos que tuvo con algunos líderes de su partido.

El escrutinio se extendió entrada la madrugada, hasta que finalmente Trump superó los 270 votos electores necesarios para consagrarse presidente, según el sistema de elección indirecta de Estados Unidos.

A medida que se iban conociendo los resultados, con una importante diferencia horaria entre las costas este y oeste, la inminente victoria de Trump causó un desplome de los mercados en Asia y de los futuros del Dow Jones, reflejando el temor y pesimismo de los inversores ante lo que la presencia del republicano en la Casa Blanca podría implicar para la economía y el comercio global.

Clinton, un ícono de la política estadounidense de las últimas décadas, aspiraba a hacer historia como la primera mujer presidenta de Estados Unidos, tomando la posta de Obama, el primer mandatario negro del país. Su pulseada política con Trump, un famoso empresario sin experiencia política, fue una de las más rencorosas y polarizadas de la historia reciente, exponiendo y profundizando la división de Estados Unidos.

Un sondeo de boca de urna reflejó esta polarización extrema. A nivel nacional, las mujeres apoyaron a Clinton, de 69 años, por márgenes de dos dígitos, mientras que los hombres se mostraron significativamente más inclinados a respaldar a Trump.
Más de la mitad de los votantes blancos optaron por el republicano, mientras que 9 de cada 10 afroestadounidenses eligieron a Clinton y dos tercios de los hispanos también respaldaron a la demócrata.

Trump gobernará con un Congreso bajo control total de los republicanos. El camino de los demócratas hacia la reconquista del Senado se volvió virtualmente imposible luego de que los republicanos mantuvieran las cruciales bancas en juego en Carolina del Norte, Indiana y Florida. El partido de Trump también amplió su mayoría en la Cámara de Representantes, que es la más amplia desde 1928.

La ex secretaria de Estado ganó en Virginia, Colorado y Nevada, estados clave, y también se impuso en California, el estado más poblado del país y el que envía más delegados, un total de 55, al Colegio Electoral que elige al presidente de Estados Unidos.

Exultantes, cientos de seguidores de Trump celebraron ruidosamente en el bunker del candidato en un hotel de Midtown Manhattan.

En contraste, numerosos partidarios de Clinton, que esperaron durante horas en un centro de convenciones de la misma ciudad para celebrar su victoria, abandonaron el lugar cabizbajos, y poco después la campaña de la demócrata anunció que no daría el discurso que tenía previsto.

El republicano, nacido en Nueva York, ganó en Florida, Ohio, Carolina del Norte, Pensilvania, Gerogia, Texas, Arkansas, Indiana, Kentucky, Virginia Occidental, Oklahoma, Tennessee, Mississippi, Alabama, Louisiana, Montana, Carolina del Sur, Kansas, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Nebraska, Missouri y Idaho, entre otros estados.

Además de en Virginia, Colorado y California, Clinton se impuso en Nueva York -el estado donde reside-, Illinois -su estado natal-, Vermont, New Jersey, Massachusetts, Maryland, Rhode Island, Connecticut, Delaware, Oregon, Nuevo México y en el distrito de Columbia, entre otros.

Trump: "Seré el presidente de todos los estadounidenses"

En su primer mensaje como presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump dijo en la madrugada de este miércoles que será el mandatario "de todos los estadounidenses", se comprometió a tratar con justicia a todos los países y afirmó que "renovará el sueño americano".

Rodeado por sus familiares, el nuevo presidente estadounidense dijo que su adversaria, Hillary Clinton, lo había llamado por teléfono para felicitarlo por su victoria y afirmó que Estados Unidos tiene una "deuda de gratitud" con Clinton.

Lejos de la beligerancia de su discurso electoral, Trump convocó a la unidad del país: "A todos los republicanos, demócratas e independientes en esta nación, les digo que es momento de que nos reconciliemos como un pueblo unido".

Informe: Gustavo Senn
gustavosenn@gmail.com

 

 

 

 

 
   

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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