Lo sucedido en Nogoyá "es violencia de
género, machista e institucional"
El psiquiatra Enrique Stola hizo esa referencia al referise a lo
que se investiga en el convento de las Carmelitas Descalzas de Nogoyá.
"Estas mujeres luchan para ser aceptadas pero por otro lado reciben
castigos y se les incentiva a tener miedo, tratan de cumplir reglas
y no romperlas porque significa quedar afuera de la gracia de Dios,
pero es tal el maltrato físico y psíquico que muchas
se quieren ir y se utiliza la culpa, coerción y sometimiento
para que no puedan salir", dijo y recomendó no ingresar
"en órdenes que coarten la libertad".
En declaraciones al programa radial "A Quien Corresponda"
de Paraná, el psiquiatra afirmó que las mujeres que
ingresan "entran a los conventos teniendo 18 años, pero
el cerebro humano termina de madurar a los 26 o 27 años y algunos
a los 30, con lo cual a los 18 es un cerebro inmaduro y adolescente".
"Sufren depresión, estrés post traumático,
angustia permanente, ansiedad y cuando salen tienen que hacer un proceso
de aprender de nuevo a relacionarse, a estar en un grupo, a tocar
temas cotidianos, de la vida, y de los problemas, cosa que es muy
difícil y les lleva muchísimo tiempo.
"Ellas entran con votos de pobreza y obediencia, los cuales
violarlos significa necesariamente un castigo. Con ello no hay libertad
y es mentira que eligen libremente golpearse los viernes, un ratito,
para mortificar la carne dentro de una institución que tiene
esas reglas y además se presenta como la autoridad moral y
espiritual de la psicología de cada integrante", consideró.
"Sufren depresión -continuó-, estrés post
traumático, angustia permanente, ansiedad y cuando salen tienen
que hacer un proceso de aprender de nuevo a relacionarse, a estar
en un grupo, a tocar temas cotidianos, de la vida, y de los problemas,
cosa que es muy difícil y les lleva muchísimo tiempo
hacerlo".
Por eso "considero que lo sucedido en Nogoyá es violencia
de género, es violencia machista y es violencia institucional
hacia las mujeres", ya que la Iglesia católica "es
manejada por hombres, el Papa es el representante de Dios en la Tierra,
y son los Papas los que han reglamentado cómo tienen que vivir",
manifestó.
En ese sentido, recomendó no ingresar "en órdenes
que coarten la libertad. Nunca hay que hacer votos de obediencia.
Cada uno debe ejercer su libertad y hacer lo que crea conveniente
para su vida" y aseguró que el apoyo terapéutico
"facilitará rápidamente elaborar situaciones de
culpa, darse cuenta de qué cosas son responsables y de qué
no, y el participar de grupos permitirá su resocialización".