La importación de libros aumentó un 50%
y la producción bajó casi 13%
En el primer semestre de 2016 la importación de libros en
la Argentina aumentó un 50 por ciento en relación al
mismo período del 2015, mientras que se registró una
baja del 6 por ciento en las exportaciones, a la vez que la producción
de libros en todo el país disminuyó un 12 por ciento,
según reveló en un informe la Cámara Argentina
del Libro (CAL).
A la hora de explicar el aumento de las importaciones, Diana Segovia,
gerenta de la CAL, explicó que el crecimiento de la importación
"era un aumento esperable" con la apertura de la economía,
"porque hasta el año pasado el tema del comercio estaba
administrado de manera más cerrada".
Para el vicepresidente de esa entidad, Luis Quevedo, "levantar
el cepo" explica este comportamiento exterior en el circuito
de libros. Y advirtió: "Hay que pensar que siempre es
mas fácil importar que exportar, porque volver a lograr mercados
afuera no es fácil".
En ese sentido explicó que "nuestro país está
en condiciones de desventaja por los precios, en comparación
con los mercados colombiano, mexicano y español que, por ejemplo,
no cobran IVA al papel. Eso nos dificulta el mercado internacional".
Asimismo Martín Gremmelspacher, presidente de la Fundación
del Libro, expresó que "si bien estamos perdiendo mercado,
no es solo un tema de competitividad nacional. Es Latinoamérica
la que está pasando un mal momento en general, que sumada la
competitividad del dólar más la devaluación,
más los aumentos de precios, hacen que el mercado del libro
argentino siga siendo poco competitivo".
Respecto de las compras al exterior, Segovia aseguró que en
2015 se importaron 31 millones de dólares y en 2016, hasta
ahora, ya suman unos 47 millones de dólares. Y, al revés,
"el año pasado, entre enero y agosto de 2015 se exportaron
18 millones de dólares en libros y este año, de enero
a agosto 2016, 17 millones de dólares en libros".
Sobre la producción local de libros, entre enero y julio de
este año se publicaron 41.711.467 ejemplares, mientras que
el año pasado habían sido 47.848.085, una caída
de 12,82 por ciento.
Quevedo aseguró que "la caída de la producción
de ejemplares puede ser porque se venda menos, entonces las tiradas
son menores; y también a que hay editoriales que imprimen afuera
y dejaron de hacer acá parte de su producción".
Según el informe difundido hoy por la CAL, el 18 por ciento
de lo que se produjo entre enero y julio fue en soporte digital pero,
explicó Quevedo en diálogo con Télam, "las
cifras de ventas de los libros electrónicos apenas llegan al
1 por ciento". Y agregó que esto se debe a que "la
práctica de leer ebooks todavía no se ha desarrollado
ni en nuestro país ni en otros países de América
Latina".