Audiencias públicas por la tarifa del gas
El Fiscal Allende no se mostró confiado con el resultado
al que se arribe
“Nos preocupa que este encuentro sólo haya sido una
formalidad”, dijo Eduardo Allende refiriéndose a las
audiencias que durante el fin de semana se llevaron adelante para
determinar las nuevas tarifas para el gas. “Creo que se siguen
tapando las orejas y no estuvieron escuchando lo que se dijo en la
audiencia”.
Para el fiscal de Estado de San Luis, “el aumento de este servicio
debe ser gradual, razonable, equitativo y transparente”.
Este domingo se dio oficialmente por clausurada la audiencia pública
que dispusiera la Corte Suprema de Justicia, como ámbito que
nucleara todas las posiciones acerca de tarifazo del gas natural.
El encuentro, celebrado en la Usina del Arte, en la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires, comenzó el pasado viernes por la mañana
y cerró este domingo antes del mediodía, participando
420 oradores, cuyas ponencias fueron desarrolladas con un margen de
cinco minutos cada uno.
En representación de la Provincia asistieron el presidente
de San Luis Energía SAPEM, Enrique Cabrera, y el fiscal de
Estado, Eduardo Allende, cuyos planteos se enfocaron en la necesidad
de transparencia y razonabilidad, como también que la prioridad
debe estar centrada en los sectores más humildes y en los que
generan empleo.
“En lo personal, la conclusión es muy satisfactoria,
ya que tanto Enrique Cabrera como yo pudimos exponer muy claramente
los criterios que deben seguirse para lograr un nuevo cuadro tarifario,
razonable y equitativo –sostuvo Allende-, además de haber
hecho valer los reclamos correspondientes, logrando mucho consenso.
De todos modos, con una mirada macro, y tras haber escuchado en estos
días al ministro de Energía, Juan José Aranguren,
nos preocupa ver al Gobierno nacional cerrado en su postura e interpretación.
Creo que se siguen tapando las orejas y no estuvieron escuchando lo
que se dijo en la audiencia. Ojalá que eso se revierta y se
tome realmente consideración contra este tarifazo irracional,
caso contrario, y lamentablemente, el tema volverá a ser judicializado”.
El fiscal de Estado destacó la participación el viernes
del presidente de San Luis Energía SAPEM, “que fue muy
importante y clave, ya que le tocó cerrar la serie de presentaciones
realizadas por productores y distribuidores de gas, que obviamente
eran los únicos a favor del aumento. Cabrera fue el único
representante de una empresa distribuidora que pidió que se
tuviera en cuenta la protección de las pymes, de los comercios
y de todos los usuarios que pudieran verse afectados, y fue el primero
que destacó que el gas es un servicio público y, como
tal, un derecho humano. Fue muy ovacionado ya que nadie esperaba que
el representante de una empresa tuviera en cuenta todo este aspecto
social y protección de las fuentes de trabajo”.
Allende, en su ponencia del sábado, parafraseó al gobernador
Alberto Rodríguez Saá en cuanto a que “el aumento
de este servicio debe ser gradual, razonable, equitativo y transparente”,
al tiempo que remarcó un gran ausente en el tratamiento del
conflicto: “El Estado nacional debió abrir su presentación
y la propuesta de aumento determinando el valor del gas en boca de
pozo, dato que si desconocemos no permite seguir estableciendo el
resto de la cadena. En su lugar se presentaron números que
plantearon desde la arbitrariedad de un escritorio, y cuando hablaron
las petroleras, que producen el gas, tampoco dieron un informe técnico
sobre cómo llegan a los valores que proponen. Lo serio es una
auditoría para determinar los costos reales de la extracción
del gas, con representación de las pymes, industriales y consumidores.
Es fundamental saber el valor real de este servicio básico”.
El fiscal de Estado remarcó que “para la creación
del nuevo cuadro tarifario deben tomarse en cuenta todas las ponencias
que hubo en esta audiencia, caso contrario será una mera puesta
en escena, una formalidad, y se daría lugar a que se judicialice
nuevamente el tema. Lo más endeble es no tener un precio transparente
del gas en boca de pozo”.
Durante la conferencia de prensa que brindó este domingo al
mediodía, el ministro Aranguren adelantó que se aumentaría
en un promedio del 203%. Sobre este punto, Allende se preguntó:
“¿El 203% de qué? En Capital Federal hay una tarifa
de entre 400% y 500% más barata que en el interior del país;
entonces lo que corresponde es, primero, hacerlo equitativo para todo
el país, y recién luego hablar de aumento”.
“El cuadro de tarifa propuesto por Aranguren, y en su momento
las petroleras, está todo dolarizado, y frente a lo propuesto
se tiran precios dolarizados y un aumento del 2.000% de acá
al 2019, pero 2.000% en dólares. El mismo Gobierno está
previendo un valor dólar para fines de 2017 a $20, lo que quiere
decir que en un año hay que sumarle un 30% por la variación
de la moneda”.
A cuento de lo anterior, Allende amplió uno de los puntos
que planteara en su disertación: “El problema proviene
del primer marco normativo del gas, que se dictó en la década
del 90, durante el Gobierno menemista, cuando la economía estaba
dolarizada. En la crisis del 2001 el Gobierno nacional debió
salir a pesificar las obligaciones y la economía nuevamente,
lo que trajo problemas durante los cuales se intervino el sistema
de gas, dejó de manejarse como libre competencia y se establecieron
arbitrariamente los precios desde el Estado nacional. Nunca más
supimos realmente el costo de los servicios, que es lo que debió
haber pasado en esta audiencia pública y no pasó. Hoy
se está volviendo a dolarizar la economía, justo a poco
de haber celebrado el Bicentenario de nuestra Independencia, cuando
ningún otro sector de la economía está dolarizada,
mucho menos los sueldos, pero sí el gas”.
El titular de la Fiscalía de Estado del Gobierno de San Luis
insistió en que “para arribar a una solución justa
de este tema deben cambiarse los paradigmas, porque la realidad es
que el Gobierno nacional piensa en defender a las empresas, cuando
las empresas se defienden solas, los poderosos se defienden solos.
La prioridad deben ser los usuarios, las pymes y el comercio; a esos
sectores hay que proteger, y también es necesario cambiar la
visión de Gobierno nacional. Como siempre marca el gobernador
Rodríguez Saá, las políticas de Estado deben
implementarse desde la periferia al centro, en este caso desde las
provincias más alejadas a la Capital Federal. Pero la verdad
es que todas las políticas, no solamente este tema tarifario
sino todas, son pensadas para Capital Federal y el Gran Buenos Aires,
y por ahí, como mucho, para Córdoba y Santa Fe, y ahí
se termina el país; cero federalismo. Creo que en algún
momento los argentinos debemos replantearnos la situación poblacional,
para que en las políticas de Estado se involucren los intereses
de todas las provincias”, concluyó Allende, a modo de
reflexión.
Allende rememoró que “en abril pasado, cuando tuvimos
el primer intento de tarifazo por parte del Gobierno nacional, el
gobernador Alberto Rodríguez Saá recibió gran
cantidad de reclamos, sobretodo de los sectores más humildes,
como también de las pymes, que generan gran cantidad de empleo,
y del comercio. Frente a ello nos instruyó a realizar acciones
judicial, por lo que iniciamos el correspondiente juicio en el Juzgado
Federal de San Luis, donde planteamos que éramos conscientes
del atraso tarifario del gas, pero esto, que es consecuencia de una
política nacional de los últimos 12 años, debe
tratarse de manera comprensible, racional y justa. Para ello tuvimos
en cuenta lo que dice la Organización de las Naciones Unidas
(ONU) cuando define al gas natural como un servicio público
y un derecho humano para su uso y goce; por ello, el precio que todos
pagamos debe permitirnos el desarrollo del resto de las actividades
humanas y no condicionar la vida de la gente sólo a pagar el
gas”.
“Logramos una medida cautelar, que creo que fue un ejemplo
a nivel nacional, en la cual el Juzgado Federal impuso un máximo
del 70%, tomando en cuenta la inflación de este año,
del orden del 35%, más un porcentaje similar por aumento neto.
Sostenemos y proponemos que se adopte este criterio, que lleva razonabilidad,
para el aumento servicio y que se lo considere para los años
venideros”.
El fiscal puntano resaltó un tema fundamental para el tratamiento
del conflicto: “Es necesario transparentar el valor del gas
en boca de pozo. Se ha hablado mucho en el marco de esta audiencia,
pero la verdad no deja de sorprenderme que tanto el Gobierno nacional
como las petroleras productoras no se han referido a esto. El Gobierno
debió realizar una auditoría para lograr transparencia,
en la que participaran los consumidores y usuarios aquí representados,
las pymes, las cámaras de comercio y otros organismos, para
saber cuál es realmente el valor del gas en boca de pozo; sino
es como estar hablando de cuál será el precio del pan
en la panadería si no conocemos el valor de la harina. Es un
absurdo y no se puede avanzar”.
También hizo mención a las consecuencias de la tarifa
dolarizada: “La Argentina abandonó casi su moneda en
la década de los 90 con la Ley de Convertibilidad; esto generó
un arrastre y trajeron estos problemas, pero a poco de celebrar el
Bicentenario renunciamos nuevamente a la independencia dolarizando
nuestra economía; no estamos de acuerdo y tampoco lo vamos
a permitir”.
Allende recalcó que “debe contemplarse este nuevo cuadro
para todos los usuarios. Desde Nación se dijo que la Corte
sólo se refirió a los usuarios residenciales; esto es
cierto, pero es algo técnico. Lo que la Corte dijo es que los
únicos que estaban representados procesalmente en ese juicio
eran los usuarios residenciales, pero de ningún modo avaló
este aumento indiscriminado y absurdo al 2000% para el comercio y
la industria. Queremos que esto se trate para todos los sectores y
con mayor razonabilidad. También queremos que se trate la distorsión
que existe entre Capital e interior, ya que estamos pagando tarifas
superiores en un 400% ó 500% con respecto a lo que se paga
en Capital Federal”.
A modo de conclusión, Eduardo Allende destacó el aspecto
social y primario que acarrea el tarifazo: “Debemos, en este
marco de alta desocupación y recesión, cambiar los paradigmas
en que se trabaja para la nueva fijación tarifaria; se debe
dejar de pensar en las empresas petroleras y proveedoras y pensar
más en los humildes, en los comercios y en las pymes, como
también pensar en una tarifa del gas desde la periferia al
centro, es decir desde las provincias más alejadas a la Capital
Federal”.